Indudablemente, comprar una cama con canapé tiene muchas ventajas, como por ejemplo el de su espacio de almacenaje, aunque podríamos encontrar algún inconveniente. ¿Quieres conocer unos y otros? ¡Pues vamos allá!
Comprar una cama supone hacer una inversión considerable, por eso conviene quedarse con la opción más adecuada. Para acertar, deberíamos tomarnos algún tiempo para reflexionar, con el fin de elegir la alternativa que más interese entre todas las que existen.
Por supuesto que una de las mejores maneras de acertar es comprar una cama fabricada por una marca de confianza. No solo debemos tener en cuenta el diseño sino los materiales con los que la cama esté construida. Elegir la cama inadecuada puede ser como elegir un calzado equivocado.
Para acertar en nuestra decisión deberíamos tener en cuenta algunas ideas:
1.- La funcionalidad Tiene sus ventajas, pero también puede tener algún inconveniente. Una buena cama siempre hará que descansemos mejor. Pero si además ésta puede tener otras funcionalidades como el de un espacio de almacenaje, pues ya me dirás. Para eso, necesitarás una cama con canapé abatible.
2.- El tamaño de la vivienda y el tipo de cama a elegir
Si además la vivienda es pequeña, nos vendrán muy bien este tipo de soluciones para conseguir un espacio extra al que ya tengamos con los armarios… Pero indudablemente existen otras opciones como una base tapizada o un simple somier. Si deseas que tenga una buena firmeza, lo mejor es la base tapizada con tela antideslizante, para que no se mueva el colchón. Aunque la opción del somier también tiene sus ventajas, pues es más flexible, de manera que el colchón se adapta muy bien y también transpira mucho mejor.
3.- El diseño Bueno, aquí entramos en una materia un poco comprometida, pues para gustos, los colores. Siempre puede conseguirse una mayor estética con elementos menos voluminosos, pero si el espacio es escaso o necesitas colocación, una cama con un buen canapé no tiene comparación. Incluso puedes elegir un canapé con cajones y con sus tiradores de madera, o también con patas de madera o metálicas, que son alternativas muy interesantes. Los acabados como el tapizado (telas, polipieles, pieles…) o las maderas también están a tu disposición. Es cierto que la altura de la cama en la versión de canapé, puede ser superior a la de una cama normal. Esto es algo a tener en cuenta, aunque para evitar esto, lo mejor es poner un canapé sin patas.
4.- Buenos mecanismos para abrirlo fácilmente Si optas más bien por un canapé, es conveniente que tenga un cómodo sistema de apertura, pues la tapa pesa. Conviene que lleve un sistema hidráulico que te permita abrir la tapa con facilidad (incluso teniendo el peso del colchón encima). Existen camas de este tipo con aperturas motorizadas…
5.- El precio
Qué duda cabe que cuanto más azúcar, más dulce. Por lo tanto ese es un asunto muy particular en el que no debemos opinar. Cada uno sabe cómo está su bolsillo.
6.- La limpieza
Si hablamos de acabados en madera, quedarán bien con el simple uso de un plumero para quitar el polvo. Si hablamos de tapizado, siempre será algo más delicado (aunque si es desenfundaba, es más fácil para lavar). Si hablamos de limpiar la habitación, y se ha colocado el canapé a ras del suelo, será un poco más incómodo mover la cama para limpiar.
Por supuesto que también existen otras opciones, como las camas articuladas que van unidas a su estructura de madera.
Siempre tenemos que contar con el inconveniente de mover este tipo de armazones, pues son voluminosos y pesados, ¡aunque también los puedes encontrar con ruedas para facilitar su desplazamiento.
Indudablemente, si quieres mantener el orden a raya, lo mejor es elegir una cama con canapé. ¡En Mapay lo tenemos claro!